El carpintero pulía los
últimos detalles de la barca que había construido. Sus hábiles y callosas manos
tocaban con destreza cada tablón, cada clavo, cada unión, en busca de la menor
imperfección. Era una obra maestra. Había artistas que se vanagloriaban que sus
creaciones eran compradas para ser exhibidas, mostrando la genialidad de la
mente que las había esculpido, pintado, redactado, compuesto, pero él no. Cada
barca que había fabricado nunca sería expuesta, sólo su dueño haría uso de ella,
apreciaría su belleza y, por último, con el tiempo, juntos desaparecerían.
Había otros como él que
también construían barcas, pero eran muy elaboradas, lujosas y caras. Al viejo
carpintero nunca le gustaron. Las suyas eran simples, sencillas y sin
ornamentos, excepto las palabras que grababa en los tablones exteriores,
palabras que protegían y daban esperanza de que llegarían a buen puerto.
A lo largo de su vida había fabricado
cientos, tal vez miles de barcas, pero cada una de ellas era especial,
diferente y siempre que iba terminando pensaba en lo mismo: el marinero que la
navegaría.
Había construido barcas
grandes y pequeñas, pues serían usadas por marineros de todas clases: viejos
llenos de mañas, jóvenes novatos, mujeres de cabellos blancos y rostros arrugados,
muchachas virginales de piel lozana, hombres ricos y pobres, enfermos, sanos e
incluso niños. La mayoría de los marineros se sentían renuentes a iniciar el
viaje, pocos lo deseaban, pero al final todos embarcaban, dejando sus
pertenencias donde reventaban las olas. Se llevaban únicamente las ropas que en
ese momento vestían. Ya no importaba lo que quedaba atrás, sólo lo que estaba
al frente.
Cierto, el viaje producía temor,
pero también un anhelo inexplicable. No se necesitaba experiencia para navegar las
barcas que él fabricaba, pues las corrientes del enorme mar que surcarían las impulsarían
a un único destino, un destino que se hallaba más allá del horizonte, que se ocultaba
entre los últimos rayos del sol que se dormía todas las tardes.
El viejo carpintero siguió
pasando sus manos sobre los tablones, pero ya no buscaba imperfecciones. Sabía
que por fin la barca estaba terminada y derramó unas lágrimas que mojaron la
madera, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, pues también sabía que,
por fin, había construido la barca que lo llevaría a descubrir el secreto que
se hallaba al final de aquellatravesía.
Vivimos en un tiempo caótico de la historia. Para donde se
mire, los conflictos, la confusión y el desorden surgen por todo lado y en todo
campo: ambiental, económico, político, militar, religioso, moral. Se dan
migraciones masivas, el agua escasea, la contaminación arrecia, el calor
aumenta, las guerras no amainan. Aún no hemos caído en la anarquía, pero la
fragilidad de la sociedad en que habitamos podría romperse por donde menos se
espera.
Nos encontramos a escasos meses que en los Estados Unidos
de América se realicen las elecciones presidenciales. La pregunta que surge es:
¿por qué preocuparse de la campaña electoral de un país en el que no vivimos? Evidentemente
lo que ocurre allá afectará al mundo entero, sin importar si se está de acuerdo
o no con sus políticas. Sus decisiones, como las de todo imperio o superpotencia,
independientemente del nombre con el que se designe, afectarán a los países que
estén bajo o disputen su poder.
Lo más preocupante es que, dependiendo de las noticias a
las que se tenga acceso, básicamente nos dan a entender que la elección se está
disputando entre dos delincuentes: por un lado, un multimillonario hombre de
negocios de cuestionadas prácticas comerciales, racista y xenófobo, por el
otro, una política corrupta, mentirosa y desleal. Nuevamente, esta no es mi
opinión, lo dicen incansablemente los periodistas que dan seguimiento y azuzan
el carnaval que se ha convertido esta campaña electoral.
Casualmente por estos días fue canonizada la Madre Teresa
de Calcuta, ahora conocida como Santa Teresa de Calcuta. Una pequeña mujer de
origen albanés que desarrolló su obra sirviendo a los más pobres entre los
pobres de esa ciudad india. Por supuesto, alrededor de su canonización han surgido
críticos que niegan su entereza y más bien intentan mostrar una imagen muy
alejada de la santidad de la que se le declaró merecedora. Mi problema con estos
críticos es que nunca he visto, oído ni leído, que ninguno de ellos iniciara
una obra similar para enmendar los supuestos errores, problemas, mentiras y
engaños que tanto le reprochan a esa mujer, sino que en el fondo buscan
patéticamente una fama y notoriedad que nunca ganaron por esfuerzo propio sino a
costa de ella.
Si nos dieran la posibilidad de viajar en el futuro,
digamos mil años, ¿a quién recordará la historia de este tiempo?, ¿a esos dos
políticos que ahora se disputan las elecciones; al presidente saliente que se
preocupa más de su legado que del desastre que deja; al presidente anterior que
invadió y destruyó un país en busca de armas de destrucción masiva que nunca
aparecieron; a las celebridades de los “reality shows”, a los actores, actrices
y cantantes de estos tiempos, de las décadas pasadas o posteriores?
Mil años en el futuro puede ser mucho tiempo, digamos
quinientos, no, digamos cien años en el futuro, ¿a quién se recordará? Dicen
que la historia la escriben los ganadores y es claro y evidente que los Estados
Unidos de América es la potencia dominante y victoriosa de nuestra época, es un
hecho indiscutible. Evidentemente es una gran nación, pero como imperio, ya se
le empiezan a ver las grietas que anuncian su caída. Y es que todo imperio asciende,
pero en algún momento colapsa. Así ha sido y así será. Es inevitable. Es una
cruel realidad que la historia siempre ha enseñado. Cuando hayan desaparecido:
¿qué se dirá en el futuro sobre ellos?
A finales del siglo V d.C. se derrumbó el Imperio Romano de
Occidente, después de haber sido la mayor potencia del mundo por más de
quinientos años. ¿Llegarán los Estados Unidos de América a los quinientos años?
No lo creo. ¿Durarán otros cien años? Poco probable. Aún no han cumplido los
trescientos años como nación independiente y los signos de su desmoronamiento
comienzan a ser palpables. Pero ¿de dónde viene mi seguridad para realizar tal
afirmación? Bueno, un país que al día de hoy tiene una deuda de diecinueve trillones
de dólares (independientemente que la palabra trillones signifique algunos
ceros de diferencia entre el inglés y el español), la cual aumenta
vertiginosamente a cada segundo (dejo el link donde revisar cuanto ha crecido
desde que escribí estas palabras) [http://www.usdebtclock.org/]; que
gasta más en su aparato militar que en mejorar la vida de sus ciudadanos más necesitados;
que anda apercibiendo a otros de violar derechos humanos cuando su policía es
acusada de racismo y agresión contra las minorías, lo cual se muestra a cada
momento a través de videos bastante gráficos; cuyo presidente actual es
irrespetado e insultado dentro y fuera de su país como ningún otro antes que él,
tanto por amigos como por enemigos; un país que hace caso omiso de las nefastas
consecuencias del cambio climático; que está en línea directa de colisión con
dos peligrosas potencias como son Rusia y China, países que tienen armas igual
de letales que las de ellos; podrían ser sólo algunas de las muchas razones,
pero no, en lo personal no son las que pienso que llevarán al colapso de ese
imperio.
Volvamos un momento a nuestra pequeña santa quien un día hizo
la siguiente advertencia: "Cualquier
país que acepta el aborto no está enseñando a su gente a amar, sino a utilizar
la violencia para conseguir lo que quieren". También dijo: "Esta es la razón por la que el mayor
destructor del amor y la paz es el aborto." ¿Palabras proféticas? Esta
mujer nunca tuvo miedo ni se inclinó ante los poderosos, a las costumbres ni a
los críticos de su época (menos lo hubiera hecho con los actuales o los futuros),
tampoco perdió de vista su misión y camino, y estas palabras las repitió sin
temor alguno, estuviera donde estuviera, ya fuera en los barrios más pobres de
Calcuta o recibiendo el premio nobel de la paz (vale la pena escuchar su
discurso de aceptación de dicho galardón) y por esas palabras, esta pequeña
mujer se granjeó muchos enemigos; palabras que también la colocan en el lado
opuesto del pensamiento ideológico de esos dos políticos que ahora se disputan
la presidencia del país más poderoso del mundo y de tantos otros líderes que
siguen esa misma línea de pensamiento. ¿A quién y cómo recordará la historia?
Poncio Pilato fue un prefecto del imperio romano en la
provincia de Judea en el Siglo I que ostentó el cargo de gobernador. Su nombre
probablemente no sería mencionado más que el de otros funcionarios de su época,
que vivieron y murieron en las diferentes provincias del imperio. ¿Acaso alguien
recuerda los que estuvieron antes o después que él? Hubiera pasado sin pena ni
gloria, como un político más de un imperio ya desaparecido, de no ser por su
participación en el más injusto de los juicios. ¿Pasará lo mismo con los
políticos actuales? ¿Los juzgará la historia con la misma dureza?
Vivimos en un tiempo que resulta fascinante, pero a la vez
atemorizante y el futuro que se avecina se vislumbra deprimente. Pero independiente
de lo que suceda hoy, mañana, dentro de cien, quinientos o mil años, estoy
completamente seguro que, de alguna forma u otra, tal y como lo enseña la
historia, siempre habrá alguien recordando y orando a esa pequeña mujer del
sari blanco, para que interceda ante Dios por este mundo tan perdido y
necesitado de personas como ella.
Cierra los ojos e imagina que existe una nave
espacial enorme, poderosa, imponente, única en su clase, una obra maestra de la
ingeniería y la ciencia. Una nave espacial que tomó muchos años, más de los que
puedas comprender, en quedar terminada y es tan grande que siempre está en constante
cambio, en evolución se podría decir.
Imagina que cuenta con su propia atmósfera y
gravedad, con cantidades inimaginables de agua y oxígeno que son reciclados
diariamente, con el fin de sostener toda la vida que habita en ella, la cual es
de una diversidad extraordinaria. Imagina que mucha gente vive en su interior, con
el fin de que pueda ser tripulada ininterrumpidamente, navegando y explorando
el espacio sideral. Imagina que sus tripulantes originales murieron hace mucho
tiempo, pero sus descendientes y los de estos han continuado operándola luego
de miles de años.
Imagina que tiene enormes ventanales que
permiten ver los planetas, estrellas y demás maravillas que existen en el
Universo. Ahora imagina que algunas de esas maravillas son peligrosas:
radiación, vacío sin vida, grandes rocas que la pueden golpear y causarle
grandes daños. Imagina que en alguna ocasión eso ocurrió. Imagina que una de
aquellas rocas chocó con la nave y sus defensas fueron ineficaces para detenerla,
lo que causó estragos de toda clase. Imagina que mucha vida se perdió, pero aun
así la nave sobrevivió y continuó desplazándose por el espacio, a una velocidad
de cientos de miles de kilómetros por hora, sin aminorar su marcha.
Imagina que de pronto surge un problema
insospechado que no se sabe que lo causó. Tal vez algún microbio desconocido,
una bacteria que vino del espacio o simple egoísmo. No hay seguridad. Imagina
que sus tripulantes olvidan que viajan en esa nave espacial y se empiezan a comportar
de forma irracional: dañan las cañerías por las que se desplaza el agua y aire
que tanto necesitan, con tal de vender el material y obtener una mísera
ganancia; construyen fábricas y máquinas que destruyen y contaminan todo a su
alrededor, provocando que los planetas y estrellas que antes se veían, ahora
queden ocultos bajo una sucia, maloliente y oscura niebla.
Imagina que esas personas, con tal de adquirir los
materiales de lo que está hecha la nave, empiezan a pelear entre ellos, de
forma cada vez más violenta, sin analizar las consecuencias catastróficas que provocan
sus acciones, como daños en el delicado sistema de control del clima. Imagina
que también se les ocurre cazar indiscriminadamente los otros tipos de vida que
habitan en la nave, provocando que algunas especies desaparezcan para siempre, alterando
de esa forma el equilibrio natural que se diseñó desde el momento en que la
nave se construyó.
Imagina que las consecuencias son cada vez más
nefastas: un descontrol en la temperatura que aumenta día con día,
contaminación del aire y del agua, pérdida de vidas. Imagina que hay tripulantes
que se dan cuenta de lo que ocurre y lo quieren arreglar, pero otros se oponen,
negando que exista problema alguno, cuando en realidad lo único que tienen es
miedo de ver afectadas sus ganancias. Imagina que los daños son cada vez más
graves en los sistemas de defensa y la radiación se filtra lenta pero peligrosamente.
Imagina que no existen otras naves a donde escapar, pues las que se construyeron
tuvieron graves defectos: demasiado grandes, muy pequeñas, extremadamente
calientes, terriblemente frías, sin aire, sin agua, sin vida.
Ahora deja de imaginar. Abre los ojos y recuerda
que te encuentras en esa hermosa y esférica nave azul, la cual mantiene tus
pies sobre la superficie cada día que te levantas, que se extiende más allá del
horizonte por el que se esconde la luz que la ilumina y si aún tienes la dicha,
en las noches te permite ver el enorme espacio por el que viaja. Recuerda que eres
un miembro de esa tripulación que opera la nave espacial llamada Tierra, la cual
podría ser la última, si no haces algo para que todos recuerden eso tan
importante que han olvidado.
La pregunta parece tonta.
Por supuesto que nos afecta.
Entonces: ¿por qué aún
vivimos como si fuera algo que no estuviera relacionado con nosotros?
Cierto, se habla mucho en
artículos, programas de radio y televisión, conferencias, en escuelas, colegios
y universidades. Todos los días salen noticias relacionadas con el tema, se
toman iniciativas y se firman acuerdos. Pero ¿es eso suficiente?
Establezcamos primero que
tan serio es. Para efectos de esta propuesta se hablará indistintamente de calentamiento
global y cambio climático (si bien están íntimamente ligados, en realidad se
refieren a cosas diferentes) no obstante lo anterior, esto permitirá agilizar
la lectura y comprensión de esta idea.
En un informe del Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés, la
cual es una organización internacional establecida por petición de los
gobiernos miembros de las Naciones Unidas), llegaron a la conclusión de que en
la tierra, el aire y los océanos, el calentamiento global es inequívoco y
estaban convencidos en un 95% de que la actividad humana es la "causa
dominante" del calentamiento global desde 1950. El informe en mención es
del año 2013. [1] [2]
Dicen los expertos que el
planeta se está calentando producto de la gran concentración de gases de efecto
invernadero en la atmósfera. Esto provoca, entre otras cosas, que el hielo se
esté derritiendo, especialmente en los polos, incluyendo los glaciares
montañosos, se está dando un aumento en las sequías y en las inundaciones, así
como cambios en los ecosistemas, desequilibrios en las cosechas, aumentos de
muertes y enfermedades por causa de las olas de calor, incendios y un mayor
número de tormentas tropicales. [3][4]
¿Y nosotros qué?
Los niveles de dióxido de
carbono en el aire son los más altos de los últimos 650.000 años. Nueve de los
diez años más calientes de los que se tiene registro han ocurrido después del
año 2.000. En el año 2012, el hielo del Océano Ártico redujo su extensión a su
nivel más bajo desde que se tiene registro. El promedio de los niveles del mar
ha aumentado 178 mm en los últimos 100 años. [5]
¿Y nosotros qué?
La vida en los océanos se
enfrenta a una extinción masiva. Más de la mitad de los animales silvestres que
existían hace 40 años, han desaparecido: los elefantes africanos del bosque
sufrieron una abrupta caída de más del 60% entre 2002 y 2011 debido a la caza
furtiva. Quedan aproximadamente 800 gorilas salvajes. La Tierra ha perdido 52%
de su vida silvestre desde 1974 y 97.000 tigres desde 1914. [6]
¿Y nosotros qué?
En un impresionante video
titulado “What the Earth would look like if all the ice melted” cuya traducción
sería: “Cómo se vería la Tierra si todo el hielo se derritiera”, muestra una
proyección de lo que ocurriría con las principales ciudades del mundo. Pero al
minuto 2:10 pone a la vista, por un momento, en la parte inferior, a Costa
Rica, o mejor dicho, no la muestra, debido a que nuestro país y gran parte de
Centroamérica, quedarían prácticamente cubiertos por el agua. Esta es una proyección animada de lo que podría suceder, tal y como ya
ocurre en ciertos lugares del planeta.
Recientemente una noticia destacó que cinco islas de las conocidas Islas Salomón en el
Pacífico, desaparecieron debido al aumento del nivel del mar y la erosión
costera. [7]
Otro ejemplo son las islas
Kiribati, un archipiélago del Océano Pacífico que se extiende por
3,5 millones de km2 en el océano y consisten en varias islas desperdigadas en
un territorio similar a India en tamaño, sin embargo, esta pequeña franja de
tierra es el hogar de alrededor de 50.000 personas: tiene una densidad similar
a la de Tokio o de Hong Kong, lo que las convierte en una de las zonas más
superpobladas del mundo. La mayoría de los habitantes de su isla principal,
South Tarawa, depende del mar para vivir. El problema es que ninguna parte de
esta isla se alza a más de dos metros sobre el nivel de mar y posiblemente
también desaparecerá a causa del cambio climático. [8]
¿Y nosotros qué?
Cuando estábamos en la
escuela se nos enseñaba que el agua era un recurso inagotable. A estas alturas
de nuestras vidas se nos dice que se está dando un agotamiento de los recursos
hídricos en muchas partes del planeta, donde lagos desaparecen, ríos se secan y
los embalses se reducen a niveles peligrosos y lo que es más grave, también se
nos alerta de que probablemente las próximas guerras se pelearán por agua. [9]
En Costa Rica, un estudio
del año 2014 de la Dirección Nacional de Investigación y Monitoreo del Sistema
Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), afirmó que el país podría perder
hasta un 85% del agua para consumo en los próximos años. [10]
Cada día vemos en nuestro
país comunidades opuestas y en pie de lucha contra la explotación del agua. Esto
en Costa Rica, un país del que nunca hubiéramos pensado, hasta hace pocos años,
que tendría problemas con este recurso tan básico para la supervivencia del ser
humano.
¿Y nosotros qué?
En su excelente artículo
titulado "Una profunda descarbonización", Jeffrey D. Sachs (profesor
de Desarrollo Sostenible y de Política y Gestión de la Salud, y director del Instituto
de la Tierra en la Universidad de Columbia) indicó:
"...O hacemos las paces
con el planeta o destruimos nuestra prosperidad, tan costosamente obtenida. La
opción parece evidente, pero nuestras acciones resultan más expresivas que
nuestras palabras. La Humanidad sigue avanzando por una vía de ruina, movida
por la avaricia y la ignorancia a corto plazo...". [11]
Pero, ¿tan serio es este
problema del cambio climático?
Respondamos a esta pregunta
de la siguiente forma:
En diciembre
del 2015, en el marco de la cumbre del clima realizada en Francia, 195 países
acordaron recortar sus emisiones para contener el aumento de la temperatura
media del planeta por debajo de los dos grados Celsius, según quedó plasmado en
el acuerdo de París. [12]
El Papa Francisco en su
Encíclica "Laudato Si" (Sobre el cuidado de la cosa común) pide iniciar una
revolución cultural para revertir el cambio climático que influya en las
decisiones de ciudadanos, políticos y empresarios. El Papa dice: “…No hay dos
crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis
socio-ambiental.”. [13]
El almirante Samuel J.
Locklear III de la fuerza naval de los Estados Unidos de América dijo en una
entrevista que él pensaba que la mayor amenaza a la seguridad en el Pacífico es
el cambio climático. [14]
Bill McKibben, un
medioambientalista estadounidense ha escrito que, para para evitar el fin del
mundo tal y como lo conocemos, se requerirá nada menos que la muerte de la industria
más rentable en la historia de la humanidad, refiriéndose a la petrolera. Para él, el cambio climático es simple matemática. Si las compañías
petroleras continúan con su régimen de producción y consumo, para el año 2028
la temperatura del planeta aumentará en dos grados Celsius, lo que será
catastrófico para el planeta. [15][16]
Hay que tener plena
seguridad que cuando científicos, religiosos, militares y políticos (que nunca
están de acuerdo en nada), coinciden en que nos enfrentamos a una crisis sin
precedentes, entonces, sin lugar a dudas, TENEMOS UN GRAN PROBLEMA.
¿Y al final de cuentas,
nosotros qué?
UNA PROPUESTA RADICAL
La propuesta es la
siguiente:
Que en un plazo no mayor de
cinco años:
a)Prohibir la
importación de vehículos que empleen combustibles fósiles y sólo importar
vehículos de energía limpia tales como eléctricos, solares, celdas de hidrógeno
o de aquellas tecnologías que no influyan en el calentamiento global.
b)Se prohíba la
utilización de botellas plásticas así como de envases tetra brik, en todas las
bebidas gaseosas, jugos, agua potable, leche y similares.
c)Se prohíba la
utilización de bolsas plásticas, principalmente en supermercados.
d)Cualquier otra
iniciativa, proyecto y propuesta que podamos proponer para combatir
drásticamente el cambio climático.
Ahondemos un poco en cada
uno de los puntos de la propuesta:
a) Prohibir la importación de vehículos que empleen
combustibles fósiles y sólo importar vehículos de energía limpia tales como
eléctricos, solares, celdas de hidrógeno o de aquellas tecnologías que no
influyan en el calentamiento global.
¿Es esto posible?
Ya hay países que han reorientado
sus economías con el fin de volverlas libres de dependencia de combustibles
fósiles. Tal es el caso de Suecia, que pretende lograrlo entre los años 2020 y
2030. Y en el caso de ellos, es incluso más difícil, pues no sólo quieren hacerlo
con su flotilla vehicular sino a todo nivel, sin necesidad de construir nuevas
plantas nucleares para satisfacer sus necesidades energéticas. [17]
Otro es el caso de Holanda, que
quiere prohibir los vehículos de gasolina y diésel para el año 2025. [18]
En Costa Rica se dan los
primeros pasos con un proyecto de ley denominado;
“Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico” que da una serie de
incentivos económicos para los vehículos híbridos, recargables y eléctricos. [19]
En 15 meses, un autobús
impulsado por hidrógeno comunicará el centro de Liberia con el aeropuerto. En
California existen estaciones dispensadoras de hidrógeno y vehículos para
consumirlo. [20]
No obstante lo anterior, no es suficiente, sino que el abordaje del problema, por su gravedad, debe ser
más radical, tal y como se propone.
b) Se prohíba la utilización de botellas plásticas
así como de envases tetra brik, en todas las bebidas gaseosas, jugos, agua
potable, leche y similares.
Ya existen lugares en el
mundo donde esta prohibición entró a regir, como en la ciudad de San Francisco,
en Estados Unidos de América, donde las personas se exponen a multas de hasta
mil dólares en caso de no cumplir con la normativa. [21]
En caso de lograr esta prohibición,
nuestro país contribuiría a que dejen de llegar a los océanos parte de los ocho
millones de toneladas de plástico que los contaminan al año. [22]
¿Por qué es importante tener
los océanos sanos?
Estas son apenas algunas
razones: los océanos afectan el clima, son el hogar de especies que aun no
hemos descubierto, reducen el dióxido de carbono en la atmósfera, contribuyen
en el ciclo del agua provee agua para la vida en la tierra, ayudan a que haya
menos desastres naturales. [23]
c) Se prohíba la utilización de bolsas plásticas, principalmente en
supermercados.
Nuevamente, existen lugares
en el mundo, como la ciudad de California, que han pasado esta prohibición.
Evidentemente la alternativa
es usar bolsas reutilizables, a efecto de combatir la contaminación que viene
aparejada al plástico y que tanto daño causa, tal y como lo expusimos en el
punto anterior. Como dijo el senador Alex Padilla, autor de esta iniciativa en
California: “"Una sociedad de usar y tirar no es sostenible". [24]
d) Cualquier otra
iniciativa, proyecto y propuesta que podamos proponer para combatir
drásticamente el cambio climático.
En Costa Rica hay propuestas
muy interesantes, tales como la creación
de rutas naturbanas, que radica en crear rutas naturales y urbanas, las cuales
convertirían áreas en abandono en un espacio sin precedentes, a través del rescate
de ríos, sus corredores biológicos y áreas verdes, para caminar, andar en
bicicleta y reuniones entre comunidades. [25]
Haciendo un aporte en este
aspecto, podríamos pensar en sembrar árboles a ambos lados de las ciclovías que
se están implementando en distintos lugares, árboles que den sombra, oxígeno y
protejan del sol (cada vez más cancerígeno) a las personas que las utilicen.
EFECTOS
Es claro y evidente que esto
lesionará intereses económicos, pero es preferible eso, a tener que recibir las
consecuencias permisivas del cambio climático, en donde no importarán los
grupos políticos, religiosos, económicos, militares, ni sociales, donde los efectos del
calentamiento global no sólo afectarán, sino que probablemente harán
desaparecer las economías de muchos países de una manera drástica, invasiva y
violenta, con el correspondiente caos social y desorden civil.
Acerca de esto, el Doctor Guy
McPherson (Profesor de la Escuela de Recursos Naturales de la Universidad de
Arizona) sintetiza en esta frase una terrible realidad:
"Si piensas que la economía es más importante
que el medio ambiente, intenta contar tu dinero mientras aguantas la
respiración." [26]
Lord Byron (un escritor
inglés del siglo XVIII) decía que: "El mejor profeta del futuro es el
pasado." De ser así, debemos tomar el ejemplo de lo que sucedió con los Mayas.
Un estudio de la agencia espacial estadounidense NASA concluyó que su
civilización desapareció por el cambio de clima en sus principales ciudades.
[27]
Y parece que este escritor
tenía razón. Tomemos el caso de lo que ocurre actualmente en
Venezuela. Antes de que alguien se rasgue los vestidos, lo hacemos no para
criticar al gobierno de este país, sino que su situación nos permitirá
comprender sucesos, que eventualmente nosotros también nos veremos obligados a
sufrir, si no hacemos algo ahora.
Recientemente el gobierno
venezolano ordenó a los trabajadores del Estado laborar sólo dos días a la
semana como medida temporal para ahorrar energía, esto debido a que los niveles
de agua de la central de Guri (principal represa hidroeléctrica del país,
ubicada en estado de Bolívar), la cual provee casi 70% de las necesidades
energéticas del país, alcanzó niveles críticos debido a una prolongada sequía
que afectaba el país. [28]
Existen otros
factores que influyen, además de la falta de electricidad, en el deterioro de
la vida de los venezolanos, lo que nos da una gran enseñanza de lo que se nos
avecina tales como: el agua que llega (a medias) es sucia y hedionda; tienen la
angustia que el dinero no alcanza y se ha vuelto insuficiente para cubrir sus
necesidades básicas; la interacción con la familia y amigos se acorta pues la
cobertura telefónica es ineficiente y viven con miedo a morir por la violencia
que ha convertido a Venezuela en uno de los países más peligrosos del mundo.
[29]
Pero no nos quedemos sólo
con Venezuela. En el año 2003, una ola de calor que azotó Europa dejó en
Francia más de 10.000 muertos, principalmente ancianos. [30]
En nuestro país actualmente
vivimos un aumento en la temperatura, del que nos quejamos continuamente y que
no parece que vaya a amainar en el futuro. Este calor ahora resulta la norma.
¿Y si sigue aumentando? ¿Acaso viviremos, lo que Francia en su momento, con
ancianos y niños principalmente, que son los más vulnerables a estos elementos?
UNA GRAN OPORTUNIDAD
Puede que todavía estemos a tiempo
de revertir los efectos del cambio climático, aunque hay científicos que dicen
que se hace muy poco demasiado tarde. No obstante lo anterior, esta propuesta
abre grandes posibilidades al país tales como:
a)Terminar de una
vez por todas con la dependencia del petróleo, y eventualmente ser
autosuficientes para suplir nuestras propias necesidades energéticas. El Doctor
Franklin Chang Diaz cree posible sustituir los 100.000 terajulios consumidos al
año derivados del petróleo y exportar 1.000.000 de terajulios más si usáramos el
hidrógeno como fuente de energía. Se podría tomar una empresa como RECOPE (la
cual no refina petróleo y es bastante ineficiente) y habilitarla para que
incursione progresivamente en energías limpias y ponerla a la vanguardia de
este cambio energético, en lugar de estarla criticando constantemente. [31]
b)Corregir
paulatinamente (pues no vemos que se esté haciendo de ningún otro modo) y de forma
ordenada el desastre vial en que actualmente vivimos: calles colapsadas,
infraestructura obsoleta, vehículos viejos y altamente contaminantes, muertes
en las carreteras (cifras muestran que en el mes de abril del 2016 se rompió el
record de motociclistas muertos, 32 fallecidos en carretera, de los cuales 23
de ellos viajaban en moto y de estos, la mayoría jóvenes entre los 20 a 40 años.
Aparte del dolor que implica la muerte de un ser querido, algunos eran el único
sustento de sus familias). [32]
c)Combatir la
polución de los ríos, selvas, lagos y mares así como del aire.
d)Equilibrar las
finanzas públicas a través de la imposición de impuestos en nuevas tecnologías
amigables con el medio ambiente, en la exportación de electricidad y hacer más
competitivo al país para la atracción de inversión extranjera. Se podría pensar en implementar un impuesto del 20% a los vehículos de combustible fósil, aumentando ese porcentaje cada año, para desincentivar su importación.
e)Mejorar y
cambiar la infraestructura del país para adaptarse a las nuevas tecnologías de
la flotilla vehicular y medios de transporte público.
f)Los vehículos
que hayan sido detenidos y llevados a los depósitos de la Dirección General de
Tránsito por infracciones a las leyes de tránsito, si en el lapso de un año no
han sido reclamados ni pagadas sus multas, en caso de utilizar combustibles
fósiles, obligatoriamente serán destruidos y convertidos en chatarra, que será
vendida en beneficio del Estado, en lugar de reinsertarlos en la flotilla vehícular del país.
CONCLUSIÓN
Evidentemente en papel todo
suena realizable, pero para implementar una propuesta de esta
magnitud debe haber un cambio de mentalidad a nivel nacional. Muchas personas dirán
que es utópica, fantasiosa, quijotesca e imposible de poner en práctica. Otros coincidirán
que es una solución, que si bien no resuelve la problemática del calentamiento
global a nivel mundial, al menos será un grito de advertencia y nuestra
contribución, antes de que el agua, literalmente, nos llegue al cuello.
#cambioclimático #calentamiento global #climatechange #globalwarming